Los desiertos se encuentran entre los paisajes más impresionantes de la tierra. Su soledad e inmensidad atrajeron a exploradores desde la antigüedad, sucumbiendo a su sequedad. El vasto desierto del Shara, con sus emblemáticas dunas, que cubren toda la extensión del norte de África o el desierto de Atacama, con el cielo más despejado que puedas imaginar, perfecto para observar las estrellas, son solo un par de ejemplos.
Pero, ¿te imaginas desiertos como los que hay bajo la superficie del océano?
En Bondi, una de las playas más populares de Australia, un enorme desierto se extiende por debajo de las concurridas olas. El cambio climático, la contaminación y la sobrepesca han provocado la desaparición de los bosques de algas marinas que originalmente cubrían los arrecifes rocosos sumergidos de la costa de Sídney. Desiertos escondidos, es como los llamamos porque no mucha gente es consciente de su existencia.
Desiertos similares a los de Bondi se encuentran en todo el mundo, especialmente en los mares templados. Estos desiertos son una señal de un océano en graves problemas. Su belleza aparente equivale a la magnitud del desastre. La pérdida de bosques submarinos tiene implicaciones importantes para todos nosotros. La estructura que generan, similar a la de los bosques terrestres, da vida a una gran diversidad de organismos, incluidos los peces que comemos. Perder los bosques de algas marinas significa también erosionar la resiliencia del planeta ante el cambio climático.
Saber exactamente dónde están estos desiertos submarinos y qué aspecto tienen es el primer paso para recuperar los bosques que faltan. Por esta razón, un grupo internacional de investigadores ha unido sus esfuerzos para descubrir y monitorear los desiertos escondidos en el océano. Pero necesitamos la ayuda de todos. Tenemos que llegar a todos los rincones del océano. Si eres buceador, nadador en aguas abiertas o incluso si eres piloto de drones, puedes contribuir a descubrir nuevos páramos. Esto nos ayudará a proponer medidas de conservación adecuadas para restaurar la vegetación perdida y evitar el colapso de los bosques submarinos.