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Un océano verde: cómo la contaminación del agua mata la vida marina (eutrofización)

Ocean
7 mins

Cuando el Agua se Vuelve Tóxica: Comprendiendo y Abordando la Eutrofización

A todos nos encanta mirar el océano. Nos hipnotizan sus aguas azul profundo o cristalinas. Sin embargo, la realidad a veces está lejos de esta imagen idílica. En muchas regiones del océano, el agua es tóxica, verde o roja, y sin vida.

Cuando pensamos en la contaminación del agua, a menudo nos enfocamos en lo visible: derrames de petróleo, contaminación plástica, etc. Pero la mayor fuente de contaminación está oculta como pequeñas moléculas dentro del agua: los nutrientes. El exceso de nutrientes debido a actividades humanas ha causado una de las mayores amenazas para la biodiversidad marina durante décadas: la eutrofización.

Sumergámonos en las aguas costeras para entender qué está causando que los ecosistemas marinos se vuelvan sin vida y cómo podemos remediar este problema crítico y urgente.

Creando el Desequilibrio

Primero, definamos "eutrofización", un término que usaremos a lo largo de este artículo. La eutrofización ocurre cuando hay una sobreproducción de algas en el agua debido a una cantidad aumentada de nutrientes, como fósforo y nitrógeno.

Para entender cómo solo dos moléculas, fósforo y nitrógeno, pueden degradar ecosistemas marinos enteros, primero debemos considerar que cada ecosistema es un equilibrio dinámico entre elementos bióticos (biológicos) y abióticos (físicos). En un ecosistema saludable, el número de especies o individuos, y su entorno físico (temperatura, pH, salinidad, concentración de oxígeno, cantidad de nutrientes) pueden cambiar y fluctuar, pero solo hasta cierto punto. Un ecosistema saludable puede auto-regularse y mantenerse en un cierto estado para ser productivo y resiliente.

Sin embargo, cuando se supera cierto rango de condiciones (menos individuos de una especie o demasiados nutrientes), un ecosistema entra en una fase de "degradación": se desequilibra y los procesos que aseguran su viabilidad comienzan a fallar.

Aunque siempre hay nutrientes como nitrógeno y fósforo en el agua, normalmente se encuentran en cantidades limitadas. Estos nutrientes son utilizados por organismos fotosintéticos, como las algas. Cuando hay un exceso de nitrógeno y fósforo en el agua, estos nutrientes ya no limitan el crecimiento de las algas, permitiendo que proliferen. Las floraciones de algas alteran la dinámica de todo el ecosistema submarino y causan su degradación.

Un Ambiente Irrespirable

El mayor problema surge con la degradación de las algas. A medida que las algas mueren, caen al fondo del mar donde son descompuestas por bacterias. Las bacterias utilizan el oxígeno del agua para descomponer el material orgánico. Cuando grandes cantidades de algas se degradan, la concentración de oxígeno en el agua disminuye, afectando la viabilidad del ecosistema.

En algunas regiones del océano, los niveles de oxígeno están tan agotados que la vida deja de existir. Estas regiones se llaman "zonas muertas" y se consideran una de las mayores amenazas para la biodiversidad marina. El Golfo de México, el Mar Báltico y la Bahía de Chesapeake son algunas de las más notorios debido a su intensidad e historia, pero el número y la severidad de las zonas muertas están aumentando rápidamente en todo el mundo.

La Interconexión Entre Tierra, Mar y Humanos

Lamentablemente, como muchos problemas que amenazan la vida marina, esta contaminación del agua es causada por actividades antropogénicas. Parte del exceso de nutrientes en el agua proviene de las aguas residuales de la población humana: el tratamiento de aguas residuales no es lo suficientemente bueno o no existe, lo que aumenta la descarga de efluentes en los sistemas de agua.

Sin embargo, la mayor fuente de exceso de nutrientes en el agua proviene de la agricultura. Los nutrientes limitan el crecimiento de organismos fotosintéticos, y esto no solo se aplica a las plantas marinas: el crecimiento de plantas terrestres, como los cultivos, también está limitado por los nutrientes. Hoy en día, en la mayoría de las prácticas agrícolas convencionales, se utilizan grandes cantidades de fertilizantes de nitrógeno y fósforo para aumentar la producción de cultivos. La mayoría de estos nutrientes terminan en los ríos o en el agua subterránea y encuentran su camino hacia las aguas costeras.

La eutrofización ilustra perfectamente cómo todo está conectado: los ecosistemas terrestres y marinos, así como las poblaciones humanas. La forma en que vivimos en la tierra impacta claramente el océano, y nuestras actividades terrestres pueden tener consecuencias altamente perjudiciales para la vida marina.

Consecuencias Locales en Francia y España

Francia y España también están afectadas por esta contaminación del agua. Comprender algunos ejemplos locales puede ayudarnos a entender un proceso que ocurre globalmente. Examinemos algunos ecosistemas locales donde las "mareas verdes" han estado ocurriendo durante un tiempo, afectando a regiones costeras altamente biodiversas.

En Francia, Bretaña (noroeste) es la región más afectada por la eutrofización. Las mareas verdes ocurren cada año, causando uno de los problemas ecológicos más notorios del país. Las aguas poco profundas con corrientes débiles y el exceso de nutrientes permiten la proliferación de algas, transformando el agua azul clara en una sopa verde, lo que lleva al cierre de las playas al público y afecta gravemente a las granjas de mariscos locales. Las algas también liberan gases tóxicos que son mortales para los animales y humanos que los inhalan. Pero el culpable no es la propia alga, ni el exceso de nitrógeno en el agua que permite su proliferación: es el sistema agrícola intensivo que tiene lugar en la región, liberando una gran cantidad de nutrientes en el agua de manera incontrolada. Bretaña es una de las regiones de agricultura industrial más importantes de Francia, caracterizada por la ganadería intensiva y el uso intensivo de fertilizantes.

En España, la laguna salada del Mar Menor, en la provincia de Murcia (sureste), es una de las lagunas costeras más grandes de Europa. También es una de las más amenazadas por la eutrofización. El proceso es el mismo: un exceso de nitratos provenientes de la industria agrícola y de sistemas de alcantarillado deficientes de las ciudades alrededor de la laguna han causado la proliferación de algas, lo que resulta en la disminución del oxígeno en el agua. La mayoría de las praderas marinas han muerto y miles de peces han sido varados en la orilla, incapaces de respirar. El daño hecho al ecosistema es dramático, no solo desde una perspectiva ecológica sino también para la economía local.

Haciendo el Océano Azul de Nuevo

Ahora que comprendemos mejor el proceso de eutrofización y cómo las actividades humanas están causando que los ecosistemas costeros sean inviables, veamos qué podemos hacer al respecto.

Soluciones Basadas en la Naturaleza

Una de las formas en que podemos ayudar a los ecosistemas costeros a recuperarse de esta fuente de contaminación, o prevenir que ocurra, es a través de acciones de restauración y mitigación. Por ejemplo, los marismas saladas en la laguna del Mar Menor en España actúan como filtros de agua, disminuyendo las concentraciones de nutrientes de las aguas contaminadas que fluyen hacia la laguna, reduciendo el riesgo de eutrofización. Restaurar y proteger algunas partes del ecosistema que tienen efectos de remediación puede ser una solución basada en la naturaleza efectiva.

Transformando Nuestro Sistema Agrícola

Actuar directamente en la fuente probablemente sea lo más efectivo que podemos hacer. Debido a que la industria agrícola es la principal contaminante, es probablemente donde deberíamos intentar implementar cambios. En lugar de promover un modelo agrícola intensivo, caracterizado por el uso intensivo de fertilizantes y una gran concentración de animales por unidad de área, deberíamos fomentar un modelo agrícola que tenga en cuenta el medio ambiente y ponga en práctica prácticas que puedan reducir los insumos y salidas de nutrientes de las actividades agrícolas.

Hoy en día, los subsidios otorgados a los agricultores no les permiten hacer la transición hacia prácticas más ecológicas. En cambio, promueven más intensidad y más producción, a expensas del medio ambiente, tanto terrestre como marino. Se deben implementar cambios a nivel nacional o, en el caso de España y Francia, a nivel europeo, donde las regulaciones siguen la Política Agrícola Común. Como individuos, tenemos la oportunidad de decidir quién nos representa en estos niveles y a quién queremos ver defendiendo nuestras ideas en estos órganos de toma de decisiones. También tenemos la opción de elegir con más sabiduría qué alimentos queremos poner en nuestros platos y qué tipo de sistema agrícola queremos apoyar cuando compramos nuestros alimentos.

El Medio Ambiente como Persona

Otra iniciativa que se ha propuesto para defender eficazmente el entorno costero y prevenir daños es otorgar a un ecosistema el estatus legal de una persona, lo que puede facilitar la implementación de regulaciones o castigar acciones dañinas. Por ejemplo, en el caso de la laguna del Mar Menor en España, el senado la ha reconocido como una "persona" legal que puede ser protegida, preservada y restaurada por el gobierno y los ciudadanos. Ahora, la laguna tiene derecho a "existir como un ecosistema y evolucionar naturalmente" y toda su superficie, así como la costa circundante, está protegida por ley.

Menos Uso de Recursos y Cambio Climático

Reducir nuestras emisiones de CO2 y las temperaturas globales también podría ayudar a reducir la aparición de eutrofización. En efecto, los científicos predicen que con el calentamiento global, la proliferación de algas será cada vez más importante. Mantener el aumento de la temperatura global por debajo de 1,5°C en comparación con la era preindustrial es crucial. Por lo tanto, la reducción del uso de recursos y el consumo de energía de los humanos de manera general, así como los cambios en nuestro sistema alimentario, parecen cruciales no solo para los ecosistemas terrestres y nuestra especie, sino también para los ecosistemas marinos.

Llamado a la Acción

Al final, todos somos responsables de los cambios y tenemos las herramientas para ayudar a resolver este problema global. Una transición agrícola es posible, pero las políticas y los subsidios necesitan cambiar. Podemos elegir cuidadosamente los productos que compramos y apoyar un modelo agrícola más sostenible. Necesitamos adoptar y apoyar leyes estrictas y asegurar que las aguas residuales humanas sean tratadas adecuadamente. Podemos contribuir al movimiento global de mitigación del cambio climático y hacer nuestro mejor esfuerzo para reducir nuestras emisiones de gases de efecto invernadero. Finalmente, podemos apoyar soluciones basadas en la naturaleza y ayudar a restaurar ecosistemas costeros en riesgo. ¡La acción colectiva puede marcar la diferencia!