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Las gorgonias, también conocidas como abanicos de mar – pese a su gran semejanza con los organismos vegetales – son animales coloniales que pertenecen al gran grupo de los cnidarios. Viven fijadas al sustrato y se organizan en densas poblaciones que, al igual que los árboles en los ecosistemas terrestres, gracias a su complejidad estructural crean un hábitat adecuado para centenares de especies marinas, a las que ofrecen refugio y zonas idóneas para la alimentación y reproducción.

En el mar Mediterráneo, las gorgonias son las principales especies formadoras de bosques submarinos des de poca profundidad hasta la plataforma y talud continental (~60–1000 m de profundidad). No obstante,  es en estas áreas más profundas, a partir de los 50 metros de profundidad, dónde se concentra gran parte de la actividad pesquera, convirtiéndose esta en una grave amenaza para la viabilidad y supervivencia de estos bosques de gorgonias en los últimos años.

Debido a su morfología arborescente, las gorgonias se enredan fácilmente en las redes de pesca, sufriendo daños parciales (p. Ej. abrasiones que derivan en la necrosis del tejido) o bien siendo directamente arrancadas del sustrato. Al ser especies con una dinámica poblacional lenta (especies longevas, de crecimiento lento, y madurez sexual tardía), los efectos del impacto de la pesca pueden comprometer seriamente la supervivencia de las poblaciones de gorgonias y, en consecuencia, de toda la fauna asociada a estos bosques submarinos.

Por este motivo es de relevante importancia desarrollar estrategias de conservación y restauración que ayuden a proteger los fondos marinos dominados por de gorgonias tan relevantes para la biodiversidad marina. Por un lado, es importante mitigar o poner fin a la actividad destructiva en estas zonas, pero también lo es llevar a cabo proyectos de restauración activa que permitan acelerar la lenta recuperación de estos bosques de gorgonias impactados.

Un ejemplo cercano es el proyecto piloto que están llevando a cabo científicos del Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC) junto con los pescadores del Port de la Selva y Cadaqués, en la costa catalana del Cap de Creus (Girona). En esta acción piloto de restauración, se recuperan las gorgonias que quedan enredadas en las redes y se mantienen en acuarios hasta su completa recuperación. Seguidamente, las colonias son trasplantadas sobre cantos rodados y devueltas a su hábitat natural en la plataforma continental (80 – 90 m de profundidad), tirándolas directamente desde una embarcación. Las gorgonias fijadas a los cantos rodados actúan como “plumas de bádminton”, asegurando así de manera que así se asegura un correcto aterrizaje y una posterior supervivencia a largo plazo. El proyecto se inició en marzo del 2018 y ha resultado ser todo un éxito, habiéndose conseguido recuperar y devolver al mar más de 450 gorgonias hasta la fecha. El siguiente paso y reto para el futuro próximo, será realizar una buena monitorización yseguimiento de estas gorgonias devueltas a su hábitat para así controlar y evaluar su supervivencia a largo plazo. Por último, es preciso destacar que, fruto de este proyecto, los pescadores locales son cada vez más conscientes de la importancia de proteger los fondos marinos, preservando especies clave, como las gorgonias, que son indispensables para la pervivencia de muchas otras especies.

por Maria Montseny y publicado en la revista https://www.revistainmare.com/

Con lacolaboración de Núria Viladrich, Jordi Grinyó, Stefano Ambroso, Patricia Baena, Andreu Santín, Janire Salazar, Josep-Maria Gili, Andrea Gori

Photography : 
Nemo ROV
Gavin Newman